Ya está. Se acabó. Le he puesto punto y final a esta semana odiosa, así que me da igual lo que diga el calendario, aquí se acaba.
Demasiadas decepciones para tan poquito tiempo. Se me ha quitado hasta la positividad. Toda la santa semana esperando este momento, quitándole importancia a hechos dolorosos. Pensando que en una horas te vería. El cubo de agua fría me ha sacado de mi equivocación.
Al menos mi hermana salió ya del hospital (¡me alegro mucho que estés mejor, tata!). Y ha sido una semana de cocina, cocina y más cocina.
Oh! Y también he descubierto que soy muy weird...vamos, una rarita. Me calma hacer problemas de ajedrez y me pone de buen humor el cantar canciones en inglés cuando estoy al borde de las lágrimas. Y como no, una vuelta a la cocina con los simpsons VO de fondo.
Permitidme un último apunte: Gracias. Gracias Duar, gracias Deb, gracias Helena, gracias Teresa. Gracias también a Tony, que siempre está ahí aún sin estar. Gracias. Que si no me hundo en la más horrenda depresión es porque miro al frente y siempre estáis ahí. Porque me hacéis sacar una sonrisa. Porque me conocéis...¡demasiado!
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