jueves, 17 de abril de 2014

So miserable

Sé que mi vida no se acaba, pero... para mí es duro. Mi primer fracaso del mundo adulto. Del mundo laboral. ¿De qué sirve ser buena si no eres la mejor? Entrar en la pre-selección es bonito, pero aunque contemples desde un principio esta posibilidad... el batacazo que te das cuando la noticia se hace real es duro.

La verdad es que no sé qué me asusta más, si la reacción de mis padres a mi fracaso, el sentimiento que tengo de que les he fallado, la idea de que estas vacaciones serán amargas, rehacerme de nuevo y salir a buscar más prácticas, no encontrarlas, fallar de nuevo, ...

Cuando estoy sola, respiro, me centro y me calmo. Pero si el espejo me devuelve la mirada, me pongo a llorar. El rechazo solo ha sido el detonante, supongo. Como cuando te metes tu sola en un callejón oscuro y empiezas a ver la luz de la salida... y esta explota. Sabes que saldrás, que incluso puede que no sea ni un callejón de verdad y solo una mala pasada de tu subconsciente, pero tienes miedo, te sientes triste.


Gracias, muchas gracias, Adri. Gracias por intentar calmarme con tus abrazos y hacerme sentir medianamente mejor. No deberías de sufrir mis propios demonios, ni pagar por mis traumas, pero gracias por aguantarlos todos. Te quiero.




Aparte de eso e intentando ser positiva, hoy he comenzado unas clases de ajedrez que espero que den muy buenos resultados. Y para ser el primer día, nadie se puede imaginar el bien que me han hecho, ayudándome a evadirme. Me gusta este juego.

Otra cosa que me ha animado el día es ver el sufrimiento ajeno. En este caso, leyendo una noticia de Amanda Todd, una chica canadiense que se quitó la vida con 15 años a causa del acoso que sufría - os recomiendo que leáis sobre ello, tampoco quiero escribir aquí una noticia. No es que su pena se lleve la mía, pero... yo también lo pasé mal. Seguro que no tanto como ella, pero sufrí un martirio durante años que para mi fue muy duro. Y sin embargo aquí estoy. Sigo luchando y sintiendo tanto las cosas buenas como las cosas malas de la vida. No acabaron conmigo. Creo que era mucho más fuerte de pequeña que ahora, la verdad. El caso es que ese pensamiento y la visión de la vida desde esa perspectiva amarga me ha hecho sentir un poquito mejor, más calmada. ¿No os parece extraño cómo funciona el ser humano?

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