viernes, 18 de abril de 2014

Gomi-pensamientos

Soy una chica muy rara. Hoy, después de una alucinante cena con mi novio, dar una vuelta y volver a casita, me he puesto a jugar con las gominolas.

A mi las chuches sueltas no me gustan. Siempre he sido más de patatas, doritos y otras cosas más... contundentes. Sin embargo a mi novio, que es como un enano, le gustan mucho las gominolas, lenguas, ... todo.  Y me ha dado por "pensar".

"¿Por qué? Es irónico que la parte más rica de un huevo sea la yema, pero que en estos huevos-gominola de mentira, sea la clara". Espeluznante, ¿verdad?

Luego me ha dado por ponerme a jugar con los ositos de gominola, que son sin lugar a dudas la cosa más requetebonica que hay. ¿Cómo hay gente sin corazón que se los come?

Yo he jugado con ellos, que es mucho más humano, haciendo que tuvieran conversaciones profundas, haciendo que se besaran e hicieran otra clase de perversiones y, por último, demostrando lo peor de la raza humana: el racismo. Los verdes eran "los negros" a los que se discrimina en el mundo occidental.


"Dame un racismo de uvas"

**Editado**
¡¡Mi novio es UN ASESINO!! Ha matado a uno de los ositos amarillos con premeditación y alevosía. Y no solo eso, ¡ha querido hacerme su cómplice! 

Como no, aparte de no ayudarle, he llamado a la policía. Deben de estar al llegar. También he puesto a salvo a los demás osito-muchachos. Están aterrorizados. Si siguen así se les va a ir todo el zumo que contienen (ojo, que son Haribo) y me van a dejar la camisa hecha un asco de frutas.

Os escribo esto desde el armario. Tengo que parar ya porque sino el ruido al teclear delatará mi posición. Si no escribo en un par de días... rezad por mi, pues ya estaré muerta.


*O quizás solo tuviera hambre o ganas de tocar las narices en mi sociedad perfecta. Siempre tuvo complejo de Dios*.

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